Mientras otras ciudades españolas apuestan por el vinilo en sus bibliotecas, la ciudad aún no cuenta con este formato en sus fondos musicales
En pleno auge del vinilo como soporte musical de referencia para coleccionistas y amantes de la música analógica, las bibliotecas municipales de Elche aún no han incorporado este formato a sus fondos. Esta ausencia resulta especialmente llamativa en un momento en el que ciudades como Barcelona, Madrid o Almería han apostado por incluir vinilos en sus colecciones públicas, reconociendo el valor cultural y patrimonial de este formato.
Desde la Biblioteca Central Pedro Ibarra, principal biblioteca pública de la ciudad, afirman que “actualmente no disponemos de vinilos en nuestro fondo musical. Nuestra colección se basa principalmente en CD y recursos digitales, que son los formatos más demandados por nuestros usuarios”. La institución añade que “aunque el interés por lo analógico está creciendo, hasta ahora no ha habido suficiente demanda para justificar la adquisición de discos en vinilo”.
Esta declaración refleja la realidad de muchas bibliotecas de tamaño medio en España, que aún se enfrentan a retos presupuestarios y logísticos para integrar colecciones de vinilo, que requieren cuidados especiales debido a su fragilidad.
Contraste con otras ciudades
En contraposición, bibliotecas como la Vila de Gràcia en Barcelona cuentan con amplias colecciones de vinilos que se pueden consultar y prestar bajo condiciones especiales. La Biblioteca Central José María Artero de Almería, por ejemplo, inauguró hace unos años una sala dedicada exclusivamente a la escucha y préstamo de discos de vinilo, combinando la preservación con la promoción cultural activa a través de talleres y actividades.
Incluso la Biblioteca Nacional de España conserva una de las colecciones más importantes de discos de vinilo en el país, con más de 300.000 ejemplares que incluyen desde clásicos hasta rarezas, accesibles para investigadores y público general.
Aunque no se cuenten con vinilos, Elche no está exento de patrimonio musical. El Archivo Histórico Municipal ha recibido donaciones relevantes como el legado del productor Vicente Pomares, fundador del grupo Cadafal, que incluye documentos sonoros en diversos formatos y géneros. Asimismo, la Biblioteca Central custodia partituras y documentos musicales vinculados a la tradición local, como composiciones relacionadas con el Misteri d’Elx. Estas colecciones son valiosas, pero no sustituyen la experiencia única que ofrece el vinilo, tanto desde la perspectiva sonora como cultural.

¿Una oportunidad para Elche?
Ante la popularidad creciente del vinilo y su valor como patrimonio cultural tangible, diversas voces dentro de la comunidad cultural local han expresado interés en que las bibliotecas ilicitanas consideren su incorporación. Desde asociaciones culturales como El Tempir, se apunta a que recuperar y conservar vinilos antiguos, especialmente de grupos y artistas locales, sería un paso importante para preservar la memoria musical de Elche.
Por su parte, desde la Biblioteca Central Pedro Ibarra se manifiesta apertura a evaluar futuras incorporaciones si se genera suficiente demanda o si surgen donaciones que enriquezcan la colección. El vinilo no es solo un soporte musical, es también un objeto con valor estético y cultural. Su cuidado, la interacción física con la carátula y la aguja que recorre los surcos forman parte de una experiencia que las generaciones digitales están redescubriendo con entusiasmo.
Su inclusión en las bibliotecas puede abrir nuevas vías para actividades educativas, talleres de escucha activa y exposiciones que vinculen la música con la historia y las artes visuales. Mientras el vinilo vive una segunda juventud en España, las bibliotecas de Elche todavía no han dado el paso para integrarlo en sus fondos. Sin embargo, la creciente demanda y el valor patrimonial del formato podrían impulsar próximamente iniciativas para incorporar estos discos en las colecciones públicas ilicitanas, enriqueciendo así la oferta cultural y musical para los ciudadanos.