Estudios y expertos confirman que el vinilo emite la música de tal forma que influye en nuestra mente
El vinilo ha vuelto al mundo de los melómanos y coleccionistas a pesar de formar parte de una sociedad digitalizada. Los vinilos vuelven a ser tendencia vintage, por lo que existen muchas preguntas sobre cómo puede influir tanto en nuestra vida cotidiana. En una época donde las plataformas de streaming y formatos digitales dominan la música, el vinilo es un fenómeno de nostalgia y comportamiento complejo desde la psicología.
El vinilo siempre ha estado presente
La emoción detrás del sonido producido por el vinilo
A diferencia de los formatos digitales, el vinilo ofrece una experiencia auditiva única que despierta algo en nuestra mente. Según el musicoterapeuta Jordi A. Auset, el sonido analógico del vinilo tiene la capacidad de «transmitir matices emocionales que no se logran en la música digital».
Un estudio de Laitinen sobre The Analog vs. Digital Sound: A Comparison of Sound Quality Perceptions and Emotional Responses afirma que los archivos de música son comprimidos y optimizados para ofrecer la mejor calidad posible. No obstante, reduce ciertos matices que existen en la grabación original. Asimismo, profundiza en cómo las imperfecciones del vinilo como los ligeros crujidos o la distorsión del sonido pueden generar una conexión emocional más fuerte con los oyentes. Estas pequeñas imperfecciones no son vistas como defectos, sino que añaden una capa de autenticidad que muchos consideran atractiva. Este tipo de sonido que se aleja de la perfección digital provoca una respuesta emocional distinta y más profunda, lo que hace que el oyente se sienta más cercano y vinculado al disco a causa de su sonido más orgánico.
Este fenómeno no se limita solo a grandes artistas: incluso músicos independientes ahora tienen la posibilidad de producir vinilos
La nostalgia que genera el vinilo
“El vinilo siempre ha estado presente”, según Jordi Auset. Asimismo, resalta que el regreso del vinilo está estrechamente relacionado con la nostalgia, un componente psicológico clave. Esta forma de escuchar música genera un fuerte componente de emoción por los recuerdos que cautiva a los oyentes y al mismo tiempo, los aleja de las nuevas plataformas digitales. La nostalgia juega un papel fundamental, ya que muchos melómanos sienten que al comprar un vinilo pueden revivir sensaciones de tiempos pasados. Al escuchar el disco en su formato original, experimentan una sensación de conexión con los artistas y con la cultura musical que define a esas décadas.
Además de la nostalgia, el diseño de las portadas de los vinilos también juega un papel crucial en el fenómeno del coleccionismo. Las portadas de los discos no solo son un accesorio, sino que se convierten en la esencia del artista: es la seña con la que expresa el mensaje que quiere transmitir a través de ese álbum o canción. Desde la tipografía hasta la imagen visual, cada elemento está diseñado para atraer visualmente al comprador. Esta estética no solo satisface el deseo de los coleccionistas de poseer algo físico, sino que también les permite expresar su estilo personal. Artistas como los Rolling Stones o Taylor Swift lanzan ediciones limitadas con portadas diseñadas específicamente para captar la atención de los fanáticos con su exclusividad que aumenta la conexión emocional de los coleccionistas.
El coleccionismo como identidad
Este fenómeno del coleccionismo de vinilos no se limita solo a grandes artistas. En la actualidad, incluso músicos independientes pueden producir vinilos de sus obras, lo que les permite conectar de una manera más directa con su público. Esto ha abierto una nueva vía para los artistas emergentes que se benefician de la estética del vinilo como formato de reproducción, y de este modo fortalecer la relación entre el artista y el oyente.