Cómo detectar un vinilo falso

Delia Records explica las señales para identificar falsificaciones en el mercado del vinilo y evitar caer en la trampa de las ediciones no oficiales que circulan por el mercado.

El renacimiento del vinilo ha traído consigo un fenómeno inesperado, la proliferación de copias no oficiales que se venden con normalidad en tiendas de segunda mano, ferias y mercadillos. Aunque muchas ediciones no autorizadas resultan difíciles de distinguir a simple vista, los coleccionistas —especialmente los principiantes— pueden guiarse por algunas pistas para no caer en la trampa. Desde Delia Records, una tienda madrileña especializada en discos físicos, ofrecen algunas claves para reconocer si un vinilo es original o una falsificación.

Uno de los primeros elementos a tener en cuenta es el precio. Si un disco difícil de conseguir aparece por 30 o 40 euros, es motivo para sospechar. “Hay discos que no encuentras en la vida por 40 euros”, explican desde Delia Records. Las falsificaciones suelen ofrecerse a precios mucho más bajos que los originales, aprovechando el desconocimiento de muchos compradores.

También es fundamental prestar atención a los detalles visuales. Las portadas de las ediciones no oficiales suelen tener una calidad de impresión inferior: colores apagados, imágenes pixeladas o cartón más fino. En algunos casos, incluso presentan portadas alternativas o vinilos de colores que nunca existieron en las ediciones originales.

Otro aspecto clave es la presencia de información legal. Un vinilo auténtico debe incluir elementos como el depósito legal, el sello discográfico, el código de barras (en ediciones más recientes) y las licencias editoriales. En España, el depósito legal aparece con una letra (como M, B o S) seguida de un número y el año. Si falta alguno de estos elementos, es posible que se trate de una edición no autorizada.

Por último, los números de matriz grabados en la zona cercana a la etiqueta del disco pueden ser reveladores. En muchas copias pirata, esos grabados están ausentes o no coinciden con las ediciones oficiales.

A pesar de todas estas señales, las copias no oficiales continúan circulando libremente. Desde Delia Records explican que estas ediciones siguen presentes en el mercado porque, aunque técnicamente ilegales, “no representan un riesgo real para las grandes discográficas”, por lo que su persecución es limitada o inexistente.

En un mercado donde la nostalgia y la estética pesan tanto como la música, saber distinguir entre una joya original y una copia sin valor legal puede marcar la diferencia. Para evitar errores, lo mejor es acudir a tiendas especializadas, investigar antes de comprar y desconfiar de las gangas.